Habrá escuchado la frase "la primera impresión es la que cuenta". Yo propongo agregarle lo siguiente: "excepto al enseñar". Desde luego, ya sabemos que los primeros momentos del primer día de escuela son fundamentales para definir el clima del año, y por eso dedicamos mucha a energía a esos primeros momentos. Siempre es divertido preparar las aulas para el nuevo año escolar, ya que tenemos muchos sueños y esperanzas renovados. 

Una de las mejores cosas de enseñar es que cada año comenzamos de cero, y todo ese esfuerzo de los preparativos es importante para no arriesgarnos a dejar una mala primera impresión. ¿Pero no es verdad que a todos nos viene bien tener la seguridad de que habrá una segunda oportunidad? Saludar es importante para establecer el clima y a mí me gusta pensar que los maestros tenemos la oportunidad de dar una nueva primera impresión cada día. Tomémonos un momento para considerar el impacto de esa perspectiva para nuestros alumnos, no solo al comienzo del año, sino también al comienzo de cada día.

¿Por qué las interacciones son importantes?

CLASS se trata de entender la importancia de las interacciones entre maestros y alumnos. Más allá de la edad o el grado, los alumnos de nuestra aula nos comunican sus necesidades a través de su conducta, y es responsabilidad nuestra reaccionar para satisfacer esas necesidades. Una manera de entender los dominios de CLASS a nivel práctico tiene que ver con qué comunicamos a los alumnos al interactuar con ellos para satisfacer sus necesidades. 

  • Las interacciones del dominio de apoyo emocional comunican "estoy aquí para ayudarlos". 
  • Las interacciones del dominio de la organización del aula comunican "preparé cosas para ustedes". 
  • Las interacciones del dominio de apoyo pedagógico comunican "estoy listo para aprender con ustedes".

Mientras esperamos que ellos lleguen cada día, nos preparamos para comunicarles "estoy aquí para ayudarlos" y "preparé cosas para ustedes" apenas ingresen al aula. Cada día es una nueva oportunidad para comunicarles esos mensajes. Ya se trate del primer día de escuela o el día 101, al saludar a los estudiantes con esos mensajes en mente señalamos claramente a todos la importancia de la relación y de la intención de reunirnos. 

Al dejar atrás lo que haya sucedido a la mañana o el día anterior, los alumnos (y ustedes) comienzan de cero cada día con la posibilidad de cultivar esperanza y optimismo en el aula. La esperanza y el optimismo permiten a los alumnos abrir la mente al conocimiento, el aprendizaje y las posibilidades, y aceptar de buena gana nuevas tareas desafiantes.

Estas son algunas maneras de mostrar cada día a los alumnos "estoy aquí para ayudarlos" y "preparé cosas para ustedes".

Prepárese

Tenga preparadas cosas para que los alumnos hagan sin su asistencia, de modo que pueda saludarlos y dedicarles atención individualizada cuando lleguen. Prepare estímulos en mesas y lugares con material muy interesante que sepa que disfrutarán, en especial si trabaja con alumnos más pequeños y les cuesta quedarse solos en la escuela. Con alumnos más grandes, esté preparado antes de que suene el timbre, para poder saludarlos cuando ingresen, en lugar de estar ocupado terminando de preparar todo.

Defina rutinas de llegada y saludo

Este tipo de rutinas genera confianza y una sensación de seguridad en el aula. Cuando los alumnos saben que tienen tareas definidas para cuando llegan (ocuparse de sus pertenencias, lavarse las manos, dar el presente o elegir el almuerzo), enseguida entran en el ritmo del día. Las cosas especiales que hacen con usted (un saludo especial, una canción o un poema inicial, una cita interesante o una pregunta/imagen disparadora) les permiten renovar la conexión con usted y marcan el clima para el resto del día. Estos tipos de actividades son especialmente importantes para los alumnos con déficit de conexión en su vida y en sus relaciones fuera de la escuela. 

Haga una pausa para conectar con los alumnos

Hasta los alumnos más grandes, que cambian de aula todo el día, disfrutan de una pausa para hablar sobre la jornada al llegar al aula. Quizás necesitan relajarse tras una mañana estresante en el hogar o un examen difícil en la clase anterior. A veces necesitan tomarse un momento para hablar de las noticias mundiales y quizás no tengan a otro adulto dispuesto a escuchar sus opiniones. Esos pequeños momentos no necesitan ser muy prolongados e impedirle cumplir con sus objetivos del día. De hecho, estos descansos para conectar probablemente les permitan recargar energía para trabajar con el material que usted preparó.

Póngase a su altura y esté preparado cuando ingresen al aula

Puede esperar a los alumnos más pequeños sentado en una silla a su altura. A los más grandes, puede darles la bienvenida parado y preparado. Al saludarlos con una gran sonrisa y un "qué lindo verte" a su altura, les transmite afecto y respeto. Esto es especialmente importante para los alumnos cuyo día anterior fue difícil. ¡A veces necesitan empezar de cero!

Póngase a disposición de los padres de varias maneras

Muchas veces los padres se ocupan de llevar a los niños a la escuela e ir a buscarlos. En esos casos, comunique a los padres al comienzo del año (y cada mañana) que tiene tiempo para conversar. Sin embargo, si necesitan una charla más prolongada deberá dedicarles toda su atención. En estas situaciones, asegúrese de que los padres tengan otras maneras de comunicarse con usted (como, por ejemplo, correo electrónico o mediante notas para concertar una llamada telefónica) ¡y aliéntelos a usarlas! Así podrá concentrarse en saludar a sus alumnos.