Una de las mejores cosas de la enseñanza es comenzar de nuevo cada mañana. Saludar a los alumnos es importante para establecer el clima de su aula. Me gusta pensar que, como maestros, tenemos la oportunidad de dar una buena primera impresión cada día. Tomémonos un momento para considerar el impacto que pueden tener los saludos para los alumnos, no solo al comienzo de la jornada escolar, sino también durante todo el día.

¿Por qué los saludos son importantes?

Las interacciones entre maestros y alumnos son esenciales en cada aula. Los saludos les permiten saber a los alumnos que usted se preocupa por ellos no solo como alumnos sino también como personas. También son una excelente manera de comunicarse con ellos cuando ingresan al aula. ¿Están sonriendo? ¿Parecen distraídos? Tomarse el tiempo para saludar a los alumnos le da la oportunidad de notar cosas como esta y la capacidad para adaptarse a sus necesidades emocionales.

Por no hablar de que al dejar atrás lo que haya sucedido a la mañana o el día anterior, y permitirles a los alumnos comenzar de nuevo cada día, a su vez, le permite a usted cultivar esperanza y optimismo en el aula. Permite que los alumnos tengan la mente abierta y la voluntad de probar tareas nuevas y desafiantes. Cuando construye una relación con los alumnos, no dejarán que un mal momento que tuvieron ayer (o en una clase anterior) afecte su aprendizaje en el presente.

Ahora que hemos hablado de por qué es importante saludar a los alumnos, ¡estas son 5 maneras fáciles en que puede saludarlos por la mañana y durante todo el día!

1) Prepárese

Tenga preparadas tareas para que los alumnos hagan sin su ayuda, de modo que pueda saludarlos y dedicarles atención individual a medida que lleguen. Prepare actividades participativas en mesas y lugares con material que sepa que disfrutarán, en especial si trabaja con alumnos más pequeños y les resulta difícil separarse. Con alumnos más grandes, prepárese antes de que suene el timbre, para poder saludarlos a medida que ingresen, en lugar de dar los últimos toques a los preparativos del día.

2) Establezca rutinas de llegada y saludos

Este tipo de rutinas genera confianza y una sensación de seguridad en el aula. Cuando los alumnos saben que tienen tareas específicas para cuando llegan (ocuparse de sus pertenencias, lavarse las manos, registrarse o elegir el almuerzo), entran rápidamente en el ritmo del día. Las cosas especiales que hacen con usted (un saludo secreto, una canción o un poema como saludo, una cita interesante o una pregunta/imagen disparadora escrita en la pizarra para generar debate) les permiten renovar la conexión con usted y establecen el clima del día. Estos tipos de actividades son especialmente importantes para los alumnos con déficit de conexión en su vida y en sus relaciones fuera de la escuela.

3) Haga una pausa para conectar con los alumnos

Hasta los alumnos más grandes, que cambian de aula todo el día, pueden beneficiarse de una pausa para hablar sobre la jornada al llegar al aula. Quizás necesitan relajarse tras una mañana estresante en el hogar o un examen difícil en la clase anterior. Es probable que quieran tomarse un momento para hablar de lo que sucede en el mundo y quizás no cuenten con otro adulto dispuesto a tomarse el tiempo para escuchar sus perspectivas sobre las cosas. Esos pequeños momentos no tienen por qué restarle importancia al resto de los contenidos que debe cubrir ese día. De hecho, unos momentos para hacer una pausa y conectarse probablemente los ayudarán a cambiar de marcha y a estar preparados para trabajar con el nuevo material que usted haya preparado.

4) Póngase a su altura y esté preparado cuando ingresen al aula

Puede esperar a los alumnos más pequeños sentado en una silla a su altura. A los más grandes, puede darles la bienvenida parado y preparado. Al saludarlos con una gran sonrisa y un “¡Estoy tan contento de que estés aquí hoy!” a su altura, les transmite afecto y respeto. Esto es especialmente importante para los alumnos cuyo día anterior fue difícil. ¡A veces necesitan empezar de cero!

5) Póngase a disposición de los padres de varias maneras

Saludar a los alumnos no tiene por qué significar saludarlos solo a ellos. Muchas veces los padres se ocupan de llevar a los niños a la escuela y de ir a buscarlos directamente. En estas situaciones, comunique a los padres al comienzo del año (y cada mañana) que tiene tiempo para conversar. Sin embargo, si necesitan una charla más prolongada deberá dedicarles toda su atención. Asegúrese de que los padres tengan otras maneras de comunicarse con usted (por ejemplo, mediante un registro de comunicación personal, correo electrónico o notas adhesivas para solicitar una llamada telefónica a una hora aceptable), ¡y aliéntelos a usarlas! Así podrá concentrarse en saludar a los alumnos.

Cada día es una nueva oportunidad para saludar a los alumnos y permitirles saber que está aquí para ellos. Ya se trate del primer día de escuela o el día 101, al saludar a los alumnos con ese mensaje en mente les indicamos claramente a todos la importancia de la relación y del aprendizaje conjunto en el aula.