La conversación ideal, por supuesto, incita a los niños a pensar y responder:
Maestro: ¿Por qué decidiste poner el bloque en forma de triángulo en la parte superior?
Niño: Para que sea el techo.
Maestro: ¿Qué pasaría si no tuvieras un bloque encima?
Niño: Entonces podría entrar la lluvia.
Maestro: ¿De qué otra forma podrías evitar que entre la lluvia?
Niño: Con un paraguas
Maestro: ¿Cómo funcionaría eso?
Desafortunadamente, cuando estoy con niños, noto que, aunque tiendo a hacer muchas preguntas, no siempre son abiertas. Realmente tengo que trabajar para ampliar mi repertorio de preguntas y actuar de forma deliberada al hacer preguntas que alienten a los niños a presentar sus propias ideas y a poner esas ideas en palabras (y no solo responder sí/no o con una respuesta "correcta" como "amarillo" o "cerdo").
Entonces, ¿cómo podemos recordar hacer este tipo de preguntas amplias y estimulantes?
- Genere una lista de preguntas genéricas abiertas e imprímalas en una fuente grande y cursiva para crear un banner para publicar en la parte superior del aula. Son un lindo marco, y están ahí para ver y usar mientras se interactúa con los niños. Alternativamente, publique estas mismas preguntas en los centros en tarjetas grandes como recordatorio, o imprima y plastifique esta lista para llevarla consigo.
- Antes de leer un libro con niños, escriba preguntas e instrucciones en notas adhesivas y marque las páginas seleccionadas:
- "Mira la portada. ¿De qué crees que se tratará este libro?"
- "¿Por qué el mono está tirando cocos?"
- "Dime qué crees que sucederá después".
- Pregunte "¿Cómo decidiste ...?" Para que los niños hablen sobre algo que están haciendo. Para continuar la conversación, siga con "¿Qué pasaría si ...?" O "¿De qué otra forma podrías ...?" Y presente una alternativa a la acción que tomaron para ayudarlos a articular su proceso de toma de decisiones.
- Brinde muchas oportunidades para que los niños practiquen responder a este tipo de preguntas, y trate de esperar a que respondan (cuando estoy trabajando para aumentar mi tiempo de espera, discretamente toco cada uno de mis dedos para asegurarme de que los niños tengan al menos 10 segundos para responder). Es posible que no estén acostumbrados a conversaciones que sean más abiertas y que les lleve algún tiempo familiarizarse con la respuesta de formas más complejas.
- ¡Práctica práctica práctica! Dese tiempo para hacer que las preguntas abiertas sean una parte habitual de su práctica docente. (YO todavía tengo que trabajar en ello, ¡y mi 50 cumpleaños está a la vuelta de la esquina!).
- Considere crear una "pregunta de la semana" que le hará a cada niño de su clase en un entorno individual durante el transcurso de la semana. Dedique tiempo a estas conversaciones de ida y vuelta individualizadas en el patio de recreo, durante las comidas, mientras espera en la fila, en los centros de interés, etc. Simplemente haga la pregunta y luego muestre interés en la respuesta única del niño con preguntas de seguimiento como, "Dime más" y "¿Por qué piensas eso?"
Muchas gracias a las instructoras Kathy McKechnie y Nancy Walsh de MMCI por compartir sus maravillosas ideas. Cualquier error o mala interpretación es mía (no de ellas), ya que las modifiqué para adaptarlas al formato.
Originalmente en ingles: https://info.teachstone.com/blog/teacher-tips-open-ended-questions