Nuestra publicación anterior "Ejemplos del mundo real" se centró en Respeto por las Perspectivas de los Estudiantes. A medida que continuamos nuestro viaje a través de las interacciones CLASS®, pasaremos a nuestro siguiente dominio, la organización del aula. Comenzaremos con la dimensión de Gestión del Comportamiento. Esta dimensión se centra en cómo los educadores ayudan a los niños a aprender a regular su comportamiento y sus emociones estableciendo expectativas de comportamiento claras, coherentes y realistas.

A través de la lente de CLASS, los educadores que obtienen puntajes altos en Manejo del Comportamiento crean un ambiente predecible donde los niños entienden lo que se espera de ellos y reciben apoyo efectivo para cumplir esas expectativas. Este enfoque prepara a los niños para el éxito al reforzar comportamientos positivos y brindarles orientación durante los momentos difíciles. Anticipar y abordar posibles malos comportamientos es vital para fomentar un entorno de aprendizaje bien gestionado donde los niños puedan continuar desarrollando habilidades de autorregulación.

Mientras exploramos ejemplos del mundo real de estrategias de gestión del comportamiento en acción, imaginemos cómo podría desarrollarse esta dimensión en una piscina comunitaria.


Expectativas de comportamiento (expectativas de comportamiento claras)

You walk into the pool center and immediately see the sign with the rules clearly stated:

  1. Utilice únicamente recipientes de plástico.

  2. Coma únicamente en las mesas.

  3. Camina en todo momento.

  4. Los niños deben ir acompañados de un adulto.

Leer este letrero lo hace sentir más cómodo en la piscina y le asegura que existen las reglas correctas para mantener a todos seguros. Aprecia que le digan lo que puede hacer, no sólo lo que no puede hacer, lo que le ayuda a gestionar su comportamiento y cumplir con las expectativas. Mientras se aplica protector solar, escucha al salvavidas recordar a los nadadores: "¡Recuerden caminar para estar seguros!". Saber que los salvavidas están observando activamente y explicando claramente las reglas le da la confianza de que la seguridad es una prioridad. Está seguro de que usted y todos los demás tendrán una experiencia segura en esta piscina bien administrada.

Proactivo

Observa que los socorristas de guardia monitorean constantemente el agua y el área alrededor de la piscina para garantizar la seguridad de todos, especialmente vigilando de cerca el concurrido trampolín. Al reconocer que este es un lugar popular para los niños, muchos de los cuales están emocionados e inquietos mientras esperan, observa a un salvavidas caminar hacia los niños. Les recuerda que se paren en los puntos del círculo amarillo, organizándolos en una línea segura. Aprecia cómo los salvavidas van un paso por delante de posibles malas conductas guiando proactivamente a los niños y utilizando los puntos amarillos para ayudarlos a esperar en la fila de manera segura.

Redirección de conducta (Redirección de mala conducta)

Mientras los niños saltan del trampolín, algunos se apresuran ansiosamente a volver a la fila para otro turno. Un niño comienza a correr y un salvavidas rápidamente hace sonar su silbato y dice: "¡Por favor, camina! No quiero que te caigas". Al escuchar esto, otro niño regresa a la fila y un segundo guardia se acerca con una sonrisa y dice: "¡Gracias por caminar! Estás siendo seguro: ¡choca esos cinco!". Aprecia cómo los salvavidas lo expresan de manera positiva al decirles a los niños lo que pueden y deben hacer en lugar de centrarse únicamente en el comportamiento que debe detenerse. También notas redirecciones sutiles pero efectivas, como cuando los salvavidas se acercan a los niños que están discutiendo o señalan las mesas cuando ven a un niño comiendo cerca de la piscina, como formas suaves de guiar el comportamiento positivo.

Comportamiento infantil (comportamiento estudiantil)

Mirando a su alrededor, ve la piscina llena de niños emocionados divirtiéndose mientras se mantienen seguros. La mayoría de los niños recuerdan caminar y esperar en los puntos amarillos su turno en el trampolín. Las familias se reúnen en mesas, utilizando contenedores de plástico, lo que no sorprende, gracias a las constantes explicaciones de los socorristas y al cumplimiento de las reglas. Está claro que todos saben cómo mantenerse seguros y qué se espera de ellos. Cuando surgen desafíos, se resuelven rápidamente y se guía suavemente a los niños para que vuelvan a tener un comportamiento positivo. En general, está impresionado con lo bien que la piscina crea un ambiente seguro y agradable para todos.

Al implementar estrategias proactivas de manejo del comportamiento en la piscina comunitaria, los niños pueden participar en juegos sociales, desarrollar sus habilidades motoras gruesas y pasar tiempo de calidad con sus amigos y familiares en un entorno de aprendizaje seguro y atractivo.

¿Cuáles son algunos de tus ejemplos favoritos del mundo real de gestión del comportamiento? ¿Alguna vez piensas en el manejo del comportamiento cuando navegas por situaciones en el mundo de los adultos? ¿Qué ha aprendido de sus experiencias que pueda aplicarse a la forma en que apoya a los niños en el entorno de aprendizaje?