¿Está buscando formas de ayudar a los educadores a reflexionar sobre cómo los maestros perciben los "comportamientos desafiantes"?
Nuestra invitada, Michelle Galindo, especialista en primera infancia, ha estado enseñando como profesora universitaria, entrenadora y ha estado brindando capacitaciones dentro de sus 20 años de experiencia. Se ha inspirado para trabajar en estrecha colaboración con los educadores que apoyan el comportamiento positivo de los niños y enseña cursos de orientación conductual a nivel universitario que orientan a los futuros educadores sobre el comportamiento infantil. Es entrenadora y capacitadora certificada en pirámide de enseñanza socioemocional y también cuenta con amplia capacitación en desarrollo cerebral y mejores prácticas para niños pequeños, incluyendo la herramienta de observación CLASS.
Tres reflexiones que te inspirarán a implementar prácticas culturales responsivas para que tus estudiantes se sientan aceptados y reconocidos
En mi adolescencia llegué a Estados Unidos proveniente de México. Me sentí confundida, con miedo y fuera de lugar. Pasaron algunos años y cuando aprendí inglés decidí dejar de hablar Español frente a mis compañeros pensando que escondiendo mi identidad podría encajar y ser aceptada en mi nuevo entorno. A Través de mis 21 años de educadora he observado a muchos estudiantes hacer lo mismo que yo hice. Ellos como yo decidieron esconder su identidad para sentir sentido de pertenencia.
Las interacciones en el aula, tal como las describe el lente CLASS®, están en el corazón del aprendizaje y el desarrollo de los niños, y pueden mejorarse mediante un entorno de clase y un plan de estudios altamente efectivos. Esta temporada de regreso a clases, reflexione sobre los elementos de su entorno que pueden apoyar interacciones efectivas para maximizar el aprendizaje de los niños.
En todo el país, se les pide a los maestros que están aprendiendo sobre CLASS que describan sus acciones y relaten las experiencias de los niños, a fin de apoyar y fomentar el desarrollo saludable del lenguaje. Ante este pedido, muchos maestros pueden preguntarse: “¿Las personas pensarán que estoy loco si hablo solo en el aula?”
La respuesta es “no”. Las acciones propias y de otras personas son estrategias beneficiosas para los maestros, ya que refuerzan entornos de riqueza lingüística, fomentan el desarrollo del vocabulario y, al mismo tiempo, construyen una relación eficaz entre los maestros y los niños.
¿Qué son las acciones propias? En las acciones propias, el maestro deliberadamente describe lo que piensa, ve, oye, toca o hace. El maestro vincula las palabras con las acciones: “Les daré un puñado de galletas con forma de animales a cada uno de ustedes. Las pondré en una pila en el medio de sus servilletas”. Esto se dice mientras el maestro reparte activamente el bocadillo, y las palabras “puñado”, “pondré” y “pila” cobran vida para los niños.
Un entorno con riqueza de lenguaje es fundamental para el aprendizaje temprano y el desarrollo socioemocional de los niños. Un entorno con riqueza de lenguaje no es solamente un salón con libros y una variedad de impresiones; es un salón donde los niños escuchan y participan hablando, cantando y leyendo.
En la construcción, un andamio es una estructura temporal que utilizan los trabajadores para acceder a alturas y áreas de difícil acceso. Esto es exactamente lo que hacen los educadores cuando crean andamios para los alumnos. Un alumno tiene dificultades para alcanzar una nueva altura (comprender un concepto, responder una pregunta o completar una actividad) y el maestro brinda el apoyo suficiente para que el alumno pueda triunfar.
Como parte de la Calidad de la retroalimentación dentro de la herramienta CLASS, queremos ver que el maestro esté brindando retroalimentación que amplíe el aprendizaje y la comprensión. El andamiaje es una excelente estrategia para apoyar tanto a personas como a toda una clase, y puede presentarse de muchas formas.
Veamos una situación que se suele ver en un aula de preescolar y cinco formas en que un maestro podría crear un andamio para la experiencia del alumno.
Un niño está jugando con bloques y se siente frustrado porque la torre se sigue cayendo.
1. Haga preguntas que inciten respuestas: “¿Qué crees que pasaría si no construyéramos la torre tan alta?” 2. Ofrezca varias posibles respuestas para pensar: Si un niño tiene problemas para dar una respuesta, el maestro puede proporcionar varias respuestas entre las que elegir para ayudar al niño a dar una respuesta correcta de forma independiente. “¿Crees que necesitamos bloques más grandes en la parte de abajo o deberíamos hacer dos torres más pequeñas?” 3. Haga sugerencias: Ofrezca pistas o soluciones parciales que podrían resolver el problema. “Tu torre de bloques se sigue cayendo. ¿Quieres intentar poner todos los bloques más grandes en la parte de abajo?” 4. Use una demostración: El maestro puede simplemente sentarse y hacer su propia versión de una torre de bloques para demostrar cómo funcionan mejor los bloques. 5. Brinde apoyo físico: El andamiaje también puede adoptar la forma de ayuda física. El maestro puede sostener los bloques en la parte de abajo para ayudar al niño a estabilizar la torre.
En cada una de estas situaciones, el maestro permite que el alumno se desempeñe a un nivel más alto de lo que podría hacerlo sin ayuda. Estas mismas estrategias funcionan ya sea que el alumno esté atascado mientras cuenta, clasifica, crea un plan o abre un bocadillo.
Una de las mejores cosas de la enseñanza es comenzar de nuevo cada mañana. Saludar a los alumnos es importante para establecer el clima de su aula. Me gusta pensar que, como maestros, tenemos la oportunidad de dar una buena primera impresión cada día. Tomémonos un momento para considerar el impacto que pueden tener los saludos para los alumnos, no solo al comienzo de la jornada escolar, sino también durante todo el día.
La presencia física compartida es una gran parte de cómo estamos acostumbrados a conectarnos entre nosotros. Las conexiones sólidas y las relaciones interpersonales son importantes para los niños que pueden haber experimentado recientemente una pérdida, mucho estrés o un hecho traumático. A medida que los maestros se conectan con los niños en un entorno virtual, puede resultar más difícil pensar en cómo crear un espacio seguro para aprender, compartir experiencias y asumir riesgos.
Los bebés pequeños desarrollan una relación única, conocida como apego, con sus cuidadores. Para desarrollar vínculos seguros, los bebés deben saber que al menos una persona realmente se preocupa por ellos. Los cuidadores brindan ese consuelo al ayudar a los bebés a regular sus necesidades y emociones, como el hambre y la tristeza. Con apegos saludables, los bebés desarrollan un sentido de seguridad y confianza.
Los bebés necesitan ser cargados, tener interacciones cara a cara, sentir otro latido humano. Al satisfacer estas necesidades, los cuidadores fomentan el apego. Planifique cómo satisfará estas necesidades esenciales, mientras se mantiene a usted y a los bebés a salvo.
Realizamos una revisión de nuestros materiales en español, y es posible que note algunas diferencias en los materiales nuevos y los que tiene usted actualmente. Describimos las diferencias en los siguientes enlaces: